3.9.06

Pequeño secreto

El manto de la noche había caído, el mundo humano era un conjunto de lejanos susurros. La Muñeca de Trapo, despertó y los botoncitos cosidos a su cabeza, se transformaron en ojos verdes. Se deslizo por debajo de los dedos de la gran humana que la tenia prisionera y se dejo caer por entre las cobijas, escondiendo el bulto. Camino hacia la titánica puerta, que estaba levemente entreabierta. Otros juguetes ya animados hacían lo mismo, perros, conejitos y osos de felpa saliendo de cajas; muñecas plásticas y bebotes de goma, levantándose del piso; resortes, ranas a cuerda y mariposas mecánicas saltando de los estantes.
La horda de construcciones se dirigía al pasillo, La Muñeca de Trapo no era una mas, todos miraban su gran bulto, mal disimulado; los rezagados, quienes se arrastraban, pronto iban encontrando sus extremidades faltantes y las reunían con sigo mismos. La Muñeca de Trapo vio a La Flor que Baila con Música, -Que triste.- pensó, pues en el mundo de los juguetes el silencio era sagrado y ya que en el día dormían, su motilidad quedaba reservada a los amos orgánicos, era victima de su identidad, la dejo atrás, como todas las noches.
Se detuvo a esperar en su esquina del pasillo, donde los autitos doblaban hacia la sala de estar, algunos habrían sus puertitas para llamarle la atención, otros mas tecnificados poseían luces que parpadeaban -¿Que pasaria si supieran mi secreto?- pensaba, mientras sonreia perdiendo la mirada.
Uno de los autitos se salio del camino y se detubo frente a ella, era su amigo, una replica de un taxi neoyorquino, Taxi-Boy.
-¿Espero mucho señorita?- Dijo el Taxi dandole un acento japones al silensioso idioma de los juguetes.

-Pasaron muchas horas desde ayer, estaba creyendo que el niño te habia roto.
-Nos tienen en una vitrina, por lo menos hasta completar la colección, no nos usan.-
La Muñeca de Trapo se quedo pensativa, con la mirada extraña y dirigida a un socalo, ella no era de colección y tenia defectos de fabrica.
-Tengo un buen lugar donde ir.- Agrego Taxi-Boy, despavilandola.
La Muñeca de Trapo miro a ambos lados y al ver que estaban solos, puso su bulto en el asciento trasero del Taxi-Boy y luego se fueron rodando hacia la puerta de salida. Sintieron pena por los demás juguetes, que no tenían el valor de abandonar el mundo de los humanos.

21.7.06

Besos sin labios

PD: perdón por las faltas, mi alma apenas habla el castellano.

Tic.
Tac.
Tic.
Tac.
Tic.
Tac.
Cuando uno ve al demonio e intenta enfrentarlo, para luego entender que se debe convivir con él, pues es invencible, pero repetible...
Lo vi, lo enfrente, o eso creí. Convivo con él. Por consiguiente soy su aliado.
Disidente.
La vida es críptica. La muerte no.
¿Cómo destruir al Mal cuando habita en la sangre de mi padre, en mi amigo, en el reflejo de mis palmas juntas cada mañana?
No hay solución. No ante mis ojos. No hoy.
Entierro mis pensamientos en mis sentimientos, una bomba esperando su cero.
Timer: 3, 4.076, 5, 386, 403, 2, 16, 17, 982...
Mi voz abandono mi boca cuando la luz tus ojos.
Mi nariz no es tal cosa, sino una mentira, no reconoce al humo puro, lo confunde con el sucio oxigeno.
Falsa confusión: Dios esta arriba, abajo o mi dios sos vos?
Dios se flagela, lloro. Mis lagrimas caen en mis labios secos, las trago.

La mano que empuña el látigo me señala una vez mas y me convence de omitir lo que sigue.